domingo, 14 de octubre de 2012

Regalé mi alma imperecedera...

[Se hace largo el camino sin tí,
y al diablo, que ya no quiero seguir...
Y sin pedirle nada a cambio,
al diablo mi alma le dí.

Si el sol dice que te desenamoras,
si dice que te olvide, vida mía,
maldigo cada día
y maldigo el correr de las horas.

El diablo me visita, y cada noche,
marchita este jardín con su anarquía
y en mala compañía,
me deja conmigo a solas...
                         - 
Se marchó, y no hubo despedidas.
Corazón, que anda buscándose la vida..
                         -
Pregúntale que añora
y en que piensa cuando llora.
Pregúntale si el tiempo 
cambia o sigue lloviendo.]



















Gracias por hacerme sentir vivo, por elevar mi alma a nivel de espíritu imperecedero durante una noche, por hacerme reír, vibrar, volar, soñar y llorar al mismo tiempo.
Gracias Extremoduro. 
¡Sos queremos!



martes, 9 de octubre de 2012

Las malas costumbres

La culpa es nuestra.
Por un lado, quizá por que aspiramos demasiado alto, y la caída es más dolorosa, sin embargo aquel que nunca se cae, no tiene la oportunidad de levantarse...
Entonces, estamos perdiendo las malas costumbres en la vida. 
Nos hemos olvidado de tener sueños sencillos con mujeres complicadas, preferentemente.
Vivir sobre seguro, sin ilusión. No es vivir.
Lo arriesgado es duro, difícil, y asusta en algunos casos. Pero no puede entenderse la vida sin un riesgo. Eso es lo que le otorga un valor añadido.
Esas malas costumbres, ¡Quién las pillara! 
Que poco a poco vamos arriesgando menos y nuestra apuesta va menguando.
Ya no participamos en la misma lotería.
Por eso, recuperar la locura del atrevimiento puede ser nuestra mejor inversión.
Y si no, siempre pueden comprar pastillas para no soñar...